En otoño, los árboles cambian de color. Sus hojas se vuelven rojas, amarillas y naranjas. Cuando caen al suelo, hacen ruido al pisarlas. Podemos jugar, correr y ver cómo vuelan con el viento. Por eso decidimos salir a hacer nuestra primera excursión. Y cuando volvimos... ¡SORPRESA! El viento nos regaló una piscina de hojas.
¡El otoño es un momento bonito para disfrutar!
Estas semanas hemos estado haciendo nuestras propias lupas para poder convertirnos en auténticos exploradores. Hemos utilizado una nueva técnica, el picado con el punzón. ¡Ha sido uno de los momentos que más les ha gustado! Con esta actividad hemos conseguido estimular el desarrollo de la coordinación óculo-manual, la atención y la precisión. ¡Y qué bien lo han hecho!
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